Encuentro 1
RITUAL DE CIERRE DEL ENCUENTRO

Momento 4 (10 min)

 

1. Pediremos al grupo que se siente conformando un círculo en silencio
2. 2. Llegó el momento de felicitar a los niños y niñas por haberlo logrado. A continuación un ejemplo de cómo lo podemos hacer:

  • - Estoy maravillado(a) y sorprendido(a). Ustedes son muy inteligentes y astutos. Mejores acompañantes no pude invitar para recorrer el camino que nos llevará a encontrar el tesoro escondido (podemos resaltar las destrezas y habilidades que hasta ahora hemos descubierto en ellos y ellas).

3. Luego, acudiendo al tono de teléfono (ver audios descargables), pondremos a sonar el teléfono y lo contestaremos. Saludaremos de nuevo al Guardián de las memorias y le comunicaremos a los niños y niñas, para ello podemos seguir el siguiente ejemplo:

- ¡Aló!…. Claro…un momento ya se los comunico… Amigos y amigas es el Guardián de las Memorias y quiere hablar con ustedes.

4. Cuando el Guardián de las Memorias ha terminado de conversar con los niños y niñas, instalamos un velón amarillo encendido en el centro del espacio y ponemos a reproducir música instrumental con bajo volumen.
5. Invitamos a todos los participantes a tomarnos de las manos para agradecer al Rey Sol por la travesía del día de hoy. Acá un ejemplo de cómo podemos agradecerle:

- Rey Sol, gracias por tener en este espacio sentados a estos niños y niñas tan maravillosos y te quiero compartir el interés que tenemos en que nos acompañes a encontrar el tesoro, ya que encontrándolo se podrá aportar a la felicidad de otros niños y niñas, porque las historias que recogerán serán muy útiles para aportar a la paz y a la democracia de nuestro país. Sabemos que estás presente en este momento (señalar la luz de la vela) y también que a partir de las travesías que realizarán los niños y niñas, ayudarán a que el sol no se apague, sino que se vuelva más fuerte y que su calor llegue a las familias que viven en (decir el nombre del municipio) y en todo Colombia. Sabios Exploradores (miramos a los niños y niñas): pongámonos de pie. Tomados de las manos aproximémoslas a la vela (con la suficiente distancia como para no quemarse), y pidamos al sol que ilumine ésta travesía y todos aquellos relatos e historias que aparezcan con ellas. ¿Vale? Muy bien. ¡Urra!